De los sentimientos olvidados

Fue algo nuevo, algo mágico y que había encontrado cuando menos lo buscaba. Sus cálidas manos posadas en las mías me hacín sentir vivo y en mi pecho una flama se levantaba con toda su fuerza, consumiéndome de los principios del amor.
Todo comienza con un saludo y una sonrisa, que fue evolucionando con palabras y saludos los cuales pasaron a cariños y risas. Esto último se transforma en el preludio de la danza del amor cuando dimos el primer paso para unir nuestros corazones, como un pequeño símbolo de algo que deseamos que fuera grande.
Lo trabajamos, lo moldeamos, lo discutimos y hablamos y ahora se ven las bases de nuestro esfuerzo. Dios quiera que podamos mantenernos, aunque terminemos volviendo a la tierra y al sueño.
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