Perdido en mis laureles

¿Dónde está el consuelo? Solo veo los restos de un escudo y lo que fue una espada, uno esta hecho astillas y la otra consumida hasta el alma por el tiempo. Trato de caminar para avanzar y a veces el miedo de pisar un suelo traicionero, ímpide mis pasos hacia la diminuta luz. Una pequeña luz que se logra divisar entre los frígidos árboles y ramas encantadas.
Soledad es lo que me rodea al mirar por todas partes y el valor es lo que tengo, una pequeña flama que me mantiene caliente y más tranquilo que el falso silencio del laberinto.
Me gustaría tener a mi lado en este momento quienes me han dado el fuego del sol. Siento que olvido algo importante de mí cada segundo, porque el fría borra mis recuerdos con su viento azotador.